En la actualidad, la conciencia del reciclaje, la clasificación y el correcto uso de los plásticos de un solo uso ha aumentado y el planeta lo agradece pero la producción, el uso y la eliminación del material emite cantidades pasmosas de gases de efecto invernadero. Aunque los científicos no han tenido una idea firme del alcance, investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara han determinado hasta qué punto el plástico contribuye al cambio climático y lo que se necesitaría para frenar las emisiones.
Todos los procesos para la producción de plásticos emiten gases de efecto invernadero desde la extracción y destilación, los procesos de incineración, reciclaje y compostaje o a través de la energía requerida para lograrlos dando como resultado para el 2015 el equivalente a 1.800 millones de toneladas métricas de CO2, número que aumenta anualmente.
Los autores, Bren Jiajia Zheng, una estudiante graduada de la Escuela y el profesor Sangwon Suh de la Escuela de Ciencias y Gestión Ambientales Bren de la Universidad en Santa Bárbara, afirman que esta es la primera evaluación global del ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero, proyecto desde el que proponen cuatro estrategias para reducir la huella del plástico.
El reciclaje
El ecologista industrial de la UC Santa Bárbara Roland Geyer calculó que para el 2018 solo el 9.5% del plástico se recicla en el mundo. Sin embargo es la solución más sencilla, reducir las emisiones de eliminación de nuevos plásticos reduce ligeramente las emisiones que se obtienen al procesar la chatarra.
Plásticos de base biológica
Los plásticos de origen biológico se producen a partir de plantas que capturan el CO2 a medida que crecen y si se compostan, los materiales carbonosos en bioplástico se devuelven a la atmósfera como CO2 llegando a ser en sí neutro en carbono, no obstante generan una pequeña cantidad de gases para su fabricación.
Diminuir la demanda
Los científicos están trabajando en alternativas pero nada ha destronado el plástico, encima, la vida moderna a la que se proyectan los países en desarrollo es un estilo de vida rico en plástico al ser versátiles, baratos y ubicuos.
Fuentes de energía renovables
Suh y Zheng descubrieron que la transición a fuentes renovables tendría el mayor impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero del plástico en general. La metamorfosis a un 100% de energía alternativas, un escenario puramente teórico, admite Suh, reduciría las emisiones en un 51%.
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"Pensamos que cualquiera de estas estrategias debería haber reducido significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de los plásticos", dijo Suh. Pero no lo hicieron. "Probamos uno y realmente no tuvo mucho impacto. Combinamos dos, aún quedaban las emisiones. Y luego combinamos todos ellos. Solo entonces podríamos ver una reducción en las futuras emisiones de gases de efecto invernadero desde el nivel actual".
A fin de cuentas, debemos entender la magnitud del desafío al que nos enfrentamos. Después de trabajar con números tan grandes, una cosa ha quedado clara para Suh: "Lo que estoy viendo es que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero no ocurrirá a menos que realmente realicemos esfuerzos a una escala sin precedentes".
Fuentes:
Estudio Revista Nature Strategies to reduce the global carbon footprint of plastics
Artículo ScienceDaily Plastic's carbon footprint
J.M. Simón Fernández
Monitor Editorial
jufernandez@poligran.edu.co
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